jueves, 13 de agosto de 2015

Están meando fuera del tiesto



Por: José David Pacheco Martínez
No sabe uno qué pensar cuando se encuentra en periódicos con titulares como: Facebook: la nueva forma de hacer política en Santa Marta ( http://www.elinformador.com.co/index.php/general/politica/107549-facebook-la-nueva-forma-de-hacer-politica-en-santa-marta ). En momentos como este de tanta conceptualización y estudios sobre política, debería ser embarazoso para un medio, supongo, hacer semejante afirmación. Y debería darles mucho más pena el desarrollo de la noticia, abiertamente un boletín salido  -como al final de la misma nota se evidencia- de la oficina de prensa de un candidato, que si bien tiene el músculo financiero, no tiene idea de qué es y cómo se hace la política y en ese mismo sentido, sus posibilidades de llegar a la alcaldía de la ciudad son remotas, nulas, no existen. Y no lo digo yo, ha sido la constante en todos los sondéos de opinión e intención de voto

Y no es que ahora porque muchos de mis lectores saben que estoy vinculado a un movimiento, dirán que me excedo –como suelo hacer- en mis afirmaciones. Pero, basta nada más ver en qué invierten el dinero los asesores de prensa y estrategas comunicacionales del candidato que logrará direccionar los seguidores que compra en Facebook y Twitter a las urnas. Apuesto, que esos seguidores y ‘amigos’,  son tan falsos como los que, con frecuencia y pasión extrema, defienden a Carlos Caicedo y, atacan a quienes piden explicaciones a la actual administración y muestran su desacuerdo con la continuidad.

La apuesta de una campaña virtual, como parece ser esta, al menos eso puede interpretar uno, al ver que a los cuatro vientos y con la mano en el pecho, gritan que han logrado el objetivo de captar la atención en Facebook. Pero, se olvidan que gobernar una ciudad es mucho más que pagar con tarjeta de crédito a una empresa para que repita constantemente mis imágenes y eventos. Gobernar una ciudad como Santa Marta, es mucho más que enviarle mensajes y fotos bonitas a los que a diario están conectados a las redes sociales. Probado está, que se utilizan solo para chismear. El fin último.


Lo que ahora los llena de orgullo, es un mensaje claro para la sociedad samaria: este muchacho que alardea de sus seguidores en Facebook, no tiene ni la más remota idea de lo que significa hacer política y mucho menos las responsabilidades y exigencias intelectuales y de preparación que han de tenerse y cumplir, para sacar del atolladero a esta mal gobernada y saqueada por años ciudad. Entregados a una campaña virtual, es decir, imaginaria, de mentiras, ellos definitivamente están meando fuera del tiesto.